Frase de Sócrates - De bien y de mal


Las nociones de bien y de mal son innatas en el alma humana.

Sócrates

La frase "Las nociones de bien y de mal son innatas en el alma humana" refleja uno de los pilares fundamentales del pensamiento de Sócrates, el filósofo ateniense considerado uno de los más grandes influyentes en la historia de la filosofía occidental. A través de esta afirmación, Sócrates sugiere que la moralidad no es algo que se aprende exclusivamente a través de la educación o la experiencia externa, sino que es parte de nuestra naturaleza humana. En su visión, las ideas de lo que es correcto e incorrecto, lo que es bueno o malo, ya existen dentro de nosotros desde nuestro nacimiento, aunque quizá no siempre somos plenamente conscientes de ellas.

El concepto de la innatismo socrático

Sócrates sostenía que el conocimiento y las ideas fundamentales sobre la moral son innatas en los seres humanos. Esto significa que todos poseemos, en un nivel profundo de nuestra conciencia, una comprensión básica del bien y el mal. Esta idea está en consonancia con su método dialéctico, conocido como la mayéutica, que implicaba hacer preguntas que ayudaban a las personas a descubrir verdades universales por sí mismas. Para Sócrates, aprender no es adquirir nuevos conocimientos externos, sino recordar o descubrir lo que ya existe en nuestra alma.

En sus diálogos con sus discípulos, Sócrates argumentaba que el alma humana tenía acceso a un tipo de conocimiento superior, un conocimiento que no podía venir de la experiencia mundana sino de una fuente más elevada. De este modo, consideraba que las nociones de bien y mal no dependían de la cultura, la sociedad o las leyes humanas, sino que estaban grabadas en lo más profundo de la naturaleza humana. Por tanto, cualquier persona, independientemente de su educación o condición social, tiene la capacidad innata de distinguir entre el bien y el mal si reflexiona profundamente sobre ello.

El alma y su conexión con la moralidad

Para Sócrates, el alma es la esencia verdadera de cada persona y es inmortal. Creía que el alma contenía el conocimiento puro de lo correcto e incorrecto y que el proceso de filosofar y cuestionar nuestras acciones y creencias es el camino hacia la virtud. El filósofo sostenía que la ignorancia era la causa principal del mal: las personas hacen el mal no porque lo elijan deliberadamente, sino porque no conocen lo que es verdaderamente bueno.

En su diálogo "Ménon", donde Sócrates trata el tema de si la virtud se puede enseñar, aparece uno de los conceptos clave de su pensamiento: el conocimiento es virtud. Según esta idea, hacer el bien está directamente relacionado con conocer lo que es correcto. Si una persona verdaderamente comprende el bien, no puede actuar de manera incorrecta, ya que el alma humana naturalmente se inclina hacia el bien cuando es consciente de ello. Por tanto, aquellos que hacen el mal lo hacen por ignorancia, no porque sean inherentemente malos.

La moral universal frente a la relatividad cultural

La noción de que las ideas del bien y el mal son innatas en el alma humana también plantea un debate sobre la universalidad de la moral. Desde la perspectiva de Sócrates, lo que es moralmente correcto o incorrecto no varía entre culturas o contextos sociales, sino que es universal. Esta postura contrasta con visiones más relativistas que sostienen que lo que consideramos bien o mal es un producto de la cultura, la historia y las circunstancias sociales de cada sociedad. Sócrates, en cambio, afirmaba que hay verdades morales que trascienden cualquier contexto y que son accesibles a todos mediante la introspección y el uso de la razón.

Este concepto de moralidad innata conecta también con la idea de que todos los seres humanos tienen el potencial de alcanzar la virtud y la sabiduría. No es una cuestión de privilegio o de educación formal, sino de un esfuerzo consciente por reflexionar sobre uno mismo y buscar el conocimiento dentro de la propia alma. Sócrates desafiaba a sus contemporáneos a cuestionar sus acciones y creencias, instándolos a buscar la verdad a través del diálogo y la autoevaluación.

La influencia de Sócrates en el pensamiento posterior

La idea de que las nociones de bien y mal son innatas ha tenido un impacto significativo en la filosofía posterior, influyendo a pensadores como Platón (discípulo de Sócrates), Immanuel Kant y, en cierta medida, a filósofos modernos y teorías del conocimiento moral. Platón, por ejemplo, desarrolló la idea de las Formas o Ideas puras, entre las cuales el bien es la Forma suprema. Para él, el mundo sensible es solo una sombra de estas realidades perfectas e inmutables que están inscritas en el alma humana. Kant, más tarde, argumentaría que la moralidad se basa en principios racionales que están dentro de todos los seres humanos y que nos permiten discernir lo correcto de lo incorrecto de manera universal.

Reflexión final

En resumen, la frase "Las nociones de bien y de mal son innatas en el alma humana" encapsula una visión profunda y optimista sobre la naturaleza humana. Sócrates nos invita a reconocer que, aunque a menudo nos enfrentamos a dilemas morales y situaciones de confusión, la clave para vivir una vida virtuosa está en nuestra capacidad de reflexionar, conocernos a nosotros mismos y descubrir las verdades morales que ya están dentro de nosotros. Para Sócrates, la sabiduría y la virtud son inseparables y se encuentran en el esfuerzo constante por desenterrar esa chispa de conocimiento innato que llevamos dentro.

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