"El arte no es un placer, un consuelo o un entretenimiento; el arte es una gran cosa. El arte es un medio para salvar al alma".
León Tolstói
La frase de León Tolstói, "El arte no es un placer, un consuelo o un entretenimiento; el arte es una gran cosa. El arte es un medio para salvar al alma", expresa una profunda visión sobre el poder transformador del arte y su trascendencia más allá de lo mundano. Tolstói, uno de los más grandes novelistas y pensadores de la literatura rusa, tenía una visión crítica y espiritual sobre el arte, la cual se refleja en esta cita. Para comprenderla a fondo, es importante explorar varios aspectos que enmarcan su pensamiento.
1. Crítica al arte superficial:
En esta frase, Tolstói rechaza la idea de que el arte sea únicamente un medio de entretenimiento, placer superficial o un consuelo pasajero. A menudo, se percibe el arte en la sociedad como algo que simplemente satisface nuestros sentidos o nos distrae de la realidad, como una forma de ocio. Sin embargo, para Tolstói, esto es reducir el arte a una función menor, trivializando su verdadero valor. Él argumenta que el arte tiene una misión mucho más elevada y no debe limitarse a ser un simple pasatiempo.
2. El arte como una "gran cosa":
Tolstói utiliza la expresión "gran cosa" para enfatizar la magnitud y el impacto que el arte puede tener en la vida humana. Le da una importancia que lo eleva a un lugar fundamental en la condición humana. El arte es una herramienta capaz de conectar al ser humano con dimensiones espirituales y existenciales más profundas. En su obra, Tolstói reflexionaba sobre el significado de la vida y la búsqueda de un propósito, y veía el arte como un medio para explorar esas grandes preguntas. Es decir, el arte no solo embellece el mundo, sino que también lo trasciende, tocando lo más íntimo del alma humana.
3. El arte como medio de salvación del alma:
Este es quizás el aspecto más poderoso de la frase. Tolstói sostiene que el arte tiene la capacidad de salvar al alma, lo cual sugiere que el arte puede ser un camino hacia la redención, el autoconocimiento y la elevación espiritual. Para él, el arte auténtico no solo evoca emociones pasajeras, sino que tiene la capacidad de transformar la conciencia humana. En otras palabras, el arte tiene un poder casi místico para conectar al ser humano con lo que es verdaderamente esencial, ayudándonos a comprender nuestra propia alma y a trascender el ego y las banalidades de la vida cotidiana.
Esta idea de "salvar al alma" tiene resonancias tanto religiosas como filosóficas. Tolstói, quien tuvo una crisis espiritual en su vida adulta, empezó a ver el arte como una forma de comunión con lo sagrado, como un vehículo que podía guiar a las personas hacia una vida más plena, ética y con propósito. Según él, el arte verdadero no solo debía entretener, sino también elevar moralmente al ser humano, llevándolo a una mayor comprensión de sí mismo y del mundo. Esta visión refleja un profundo idealismo moral en su concepto del arte.
4. El arte como comunicación de valores universales:
Tolstói creía que el arte debía transmitir valores universales como la verdad, la belleza y la bondad. Para él, el arte que carecía de un propósito moral o ético no era verdaderamente arte, sino una simple distracción. Según su teoría, expuesta en su ensayo ¿Qué es el arte?, el arte debe comunicar experiencias que unan a las personas en su humanidad compartida. Este tipo de arte, según Tolstói, tiene la capacidad de inspirar a las personas a vivir de manera más virtuosa y consciente. De esta forma, el arte se convierte en un puente entre las almas y en un medio para encontrar lo más elevado dentro de uno mismo y en los demás.
5. Tolstói y la evolución de su pensamiento sobre el arte:
Es importante contextualizar esta frase dentro de la evolución del pensamiento de Tolstói. Durante su juventud y madurez, Tolstói fue un escritor prolífico, conocido por novelas monumentales como Guerra y paz y Ana Karenina. Sin embargo, en su vida posterior, experimentó una profunda crisis espiritual que lo llevó a replantear sus creencias sobre la religión, la moral y el arte. Este cambio influenció su visión del arte, que se volvió mucho más exigente en términos de su función social y espiritual. Tolstói criticaba duramente el arte que no servía a un propósito mayor y veía con desdén el arte "decadente" o vacío de significado.
6. Reflexión final:
En esencia, esta frase es una afirmación de la creencia de Tolstói en el arte como una fuerza moral y espiritual. Para él, el arte tiene un propósito superior, y es un medio a través del cual los seres humanos pueden crecer espiritualmente, trascender sus limitaciones y encontrar la salvación en el sentido más profundo de la palabra. El arte, al igual que la religión o la filosofía, puede ayudar a las personas a dar sentido a sus vidas, a confrontar sus miedos y dudas, y a acercarse a una verdad universal. En este sentido, el arte tiene el poder de redimir y transformar al ser humano en su esencia más pura.
La visión de Tolstói nos invita a reconsiderar el lugar del arte en nuestras vidas. Nos recuerda que, aunque el arte puede ser placentero o entretenido, su verdadero valor radica en su capacidad de tocarnos profundamente y de ayudarnos a crecer como seres humanos.
Comentarios
Publicar un comentario