“Ten miedo cada vez que no digas la verdad.”
– Raimundo Lulio
En esta breve pero contundente afirmación, Raimundo Lulio nos invita a mirar de frente uno de los actos más silenciosos pero determinantes de nuestra vida: callar la verdad. No se trata solo de mentir, sino de algo aún más profundo y peligroso: omitir, reprimir, o traicionar la propia conciencia.
La advertencia es clara y directa: cada vez que eliges no decir la verdad, deberías temer. No por lo que otros puedan hacerte, sino por lo que tú mismo puedes llegar a perder: tu integridad, tu paz, tu dignidad.
El miedo como brújula moral
Lulio no habla del miedo común, del que paraliza ante un peligro físico. Habla de un miedo más fino, más espiritual. Un temor interior que debería activarse cada vez que estamos a punto de traicionar nuestra verdad. Porque la mentira no solo daña el mundo exterior, también corroe el alma desde dentro.
El verdadero peligro no está en las consecuencias inmediatas de mentir, sino en lo que ese acto revela sobre quién estás eligiendo ser. La verdad, por incómoda que sea, sostiene tu identidad. Callarla por miedo, conveniencia o comodidad es el principio de una fractura interior.
El valor de decir la verdad
Decir la verdad es un acto de valentía. No siempre es fácil. A veces significa enfrentarte al juicio, al rechazo, a la pérdida de poder, al conflicto. Pero también es el acto más profundo de amor propio y de respeto hacia el otro.
Cuando dices la verdad, afirmas tu existencia. Tomas tu lugar en el mundo. Le das forma a tu voz, a tu criterio, a tu dignidad. No se trata de ser brutalmente honesto o hiriente, sino de vivir en coherencia con lo que sabes que es justo y verdadero.
Callar la verdad: una amenaza a la conciencia
Cada vez que eliges no decir la verdad, algo se debilita en ti. Puede que al principio no lo notes, pero con el tiempo, se vuelve más fácil callar, ceder, acomodarse, traicionarse. Por eso Lulio dice: ten miedo. No miedo del castigo ajeno, sino del daño que te haces al ceder tu verdad por comodidad o temor.
Callar la verdad puede parecer más fácil… pero es un precio que se paga caro. Te desconectas de tu brújula interna. Te haces pequeño ante ti mismo. Pierdes claridad, identidad, fuerza.
Breve reseña de Raimundo Lulio
Raimundo Lulio (1232–1316), también conocido como Ramón Llull, fue un filósofo, teólogo, místico y escritor mallorquín. Se le considera uno de los pensadores más brillantes y complejos de la Edad Media. Fue pionero en el uso de la lengua vernácula para transmitir ideas filosóficas y espirituales, y su obra tuvo una profunda influencia en el pensamiento europeo posterior.
Lulio dedicó su vida a la búsqueda de la verdad a través del diálogo, la razón y la fe. Su famoso Ars Magna (El gran arte) intentó construir un sistema universal para llegar a la verdad. Para él, la verdad no era solo un concepto abstracto, sino una vivencia que se debía practicar con responsabilidad y rigor.
Por eso, cuando habla del miedo que debemos sentir al no decir la verdad, lo hace desde una visión profundamente ética y trascendental.
Decir la verdad es un acto de libertad
Esta frase no es solo un consejo moral. Es un recordatorio urgente: la verdad es el fundamento de una vida plena. Sin ella, todo lo demás tambalea. El miedo que propone Lulio no es para paralizarnos, sino para despertarnos. Para que nunca olvidemos que cada vez que elegimos callar lo verdadero, nos alejamos de lo que somos.
Y que no hay mayor desgracia que vivir lejos de la verdad que llevamos dentro. Porque solo quien honra su palabra, su visión y su conciencia… puede vivir con el alma en paz.
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